La hipopotasemia es un trastorno hidroelectrolítico que se caracteriza por
concentraciones plasmáticas de potasio
menores a 3.5 mEq/L.1Cerca de 98% del potasio (K+) corporal se encuentra en el compartimiento intracelular, y 78% de éste en el músculo. Sólo 2% del corporal es extracelular, es decir, 70 mEq, de
los cuales 0.4%, o 15 mEq del K+corporal total, puede medirse en el plasma.2
La incidencia de este trastorno en pacientes hospitalizados puede llegar al 20%;2,3 la hiponatremia figura
como el trastorno hidroelectrolítico más frecuente en pacientes hospitalizados, con incidencia de 2%.4,5
Entre las causas más frecuentes de hipopotasemia reportadas en la bibliografía están las pérdidas renales
y gastrointestinales, hasta en 40% de los casos, particularmente secundarias al tratamiento con diuréticos
tiazídicos y pérdidas por diarrea.6 Los pacientes con
traumatismo tienen mayor riesgo de hipopotasemia, con incidencia de 45 a 68% en algunos centros hospitalarios.2 La excreción renal de potasio depende, sobre todo, de tres factores: pérdida de sodio y agua por los tú-bulos colectores distales, acción de la aldosterona y concentración sérica del potasio mismo.6
Los pacientes hospitalizados con hipopotasemia tienen mayor riesgo de disritmias y muerte debidas a
insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial sistémica y eventos cerebrovasculares isquémicos y hemorrá-
gicos.3,7-9Las manifestaciones clínicas de la hipopotasemia se relacionan directamente con los intercambios intra y extracelular de potasio debidos a los cambios del potencial eléctrico de reposo de las membranas
celulares, lo que ocasiona su hiperpolarización y la consiguiente prolongación del potencial de acción. Los sistemas afectados por el descenso del potasio sérico son: cardiovascular,musculoesquelético,gastrointestinal y renal. La mayoría de los pacientes que cursan con hipopotasemia leve (concentraciones séricas de potasio entre 3.0 y 3.5 mEq/L) son asintomáticos, mientras que los signos y síntomas más comunes en los
que tienen hipopotasemia moderada (concentraciones de K+entre 2.5 y 3.0 mEq/L) consisten en disritmiascardiacas, debilidad, parálisis muscular, fasciculaciones, íleo paralítico y diabetes insípida nefrógena.
Los pacientes que evolucionan a hipopotasemia grave (concentraciones de K+menores de 2.5 mEq/L)
manifiestan rabdomiólisis, mioglobinuria, parálisis simétrica ascendente y paro respiratorio.1,2,10
Debido a los cambios en los potenciales de la membrana celular y a la prolongación del potencial
de acción, la hipopotasemia ocasiona cambios en el registro electrocardiográfico, en donde los hallazgos
más frecuentes son la prolongación del segmento PR, la aparición de ondas U prominentes que en ocasiones
pueden simular ondas T, depresión del segmento ST e inversión y aumento de la amplitud de la onda T.
En ocasiones, la aparición de la onda U se interpone con la onda T, lo que simula la prolongación del segmento QT.11 Los pacientes con hipopotasemia leve a moderada y enfermedad cardiovascular o infarto al miocardio reciente, tienen mayor riesgo de padecer disritmias ventriculares y fibrilación ventricular.
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